Calidez, intimidad y una hechizante conexión con el público nos demostró el cantautor español más importante del momento.
No por las tenues luces que delicadamente dibujaron la silueta de Alejandro Sanz sobre el escenario, ni por el elegante y amplio espacio del Palacio de los Eventos de Maracaibo, ni siquiera por las miles de personas que cantaban a todo pulmón los más grandes éxitos del español.
En el concierto del artista madrileño en el estado Zulia, el primero de los tres esperados capítulos finales de su “Tour Paraíso”, se sintió una atmósfera acogedora, íntima, cálida, como un reencuentro entre amigos que, a pesar de haber estado separados por algún tiempo, regresan a la comodidad de sus conversaciones y su compañía, que mantienen esa complicidad que los une de manera intangible a lo largo de toda una vida.
Y esa magia, ese “Paraíso”, surgió como nace el amor a primera vista, gracias a un Sanz humilde y sencillo, cuya calidez humana y cercanía terminó de enamorar a un ya embelesado y fiel público, que lo esperaba desde hace seis años para decirle que ésta también es su casa.
El Palacio de los Eventos de la ciudad de Maracaibo vibró cuando miles de fanáticos exaltados cruzaron las puertas del recinto para disfrutar de uno de los espectáculos más esperados del año.
“No saben la emoción que es para mí estar esta noche aquí. Maracaibo, espero que se diviertan. Los que estamos en el escenario vamos a darlo todo". Éstas fueron las primeras palabras que el cantautor compartió con un enloquecido público que llenó el extenso salón marabino, cuya amplitud no fue problema para los asistentes, pues su infraestructura permitió que cada uno de los presentes tuviese una visual perfecta desde cualquier localidad.
Desde su llegada al país Alejandro Sanz ha demostrado la emoción que siente de poder compartir una vez más con sus seguidores venezolanos. Antes de iniciar el concierto, el músico compartió brevemente con un selecto grupo de fans, pertenecientes a su club oficial en Venezuela, mientras realizaba la prueba de sonido y se alistaban los detalles para que éste fuese, como finalmente se logró, un éxito sin precedentes.
Con gran ilusión, los seguidores de Sanz corearon sin desmayo el tema “Desde cuándo”, sencillo incluido en este último álbum que, además de dar nombre a la gira, lo convirtió en el ganador del Grammy Latino a “Mejor Álbum Pop del Año” y que fue una de las canciones más celebradas del inicio de la velada.
Con un gran sentido del humor y su característica sencillez, Alejandro Sanz pasó la velada bromeando e interactuando con el público, que se llenó de emoción cuando el artista felicitó al pueblo zuliano por la celebración de las fiestas en honor a la Virgen de la Chinita, asegurando que se llevará una a casa.
El madrileño continuó ofreciendo un espectáculo lleno de sorpresas, que mantuvieron la emoción a flor de piel. Uno de los momentos más sentidos fue cuando el artista invitó al cantante venezolano Alfonso Villalobos, quien tuvo el privilegio de abrir las puertas a este “Paraíso”, a cantar junto a él uno de sus temas más reconocidos, “Cuando nadie me ve”. Al venezolano no le hizo falta la vista para despertar en el público el resto de los sentidos a través de las notas que interpretó a dúo con Sanz.
La conexión se hizo cada vez más fuerte con el público, que siguió suspirando cuando empezaron a sonar los primeros acordes de Corazón Partío, al tiempo que Sanz preguntaba si le gustaban más “las nuevitas o las viejitas”, recibiendo como respuesta un coro unísono de uno de los temas más representativos de su carrera.
El español, quien ha prometido más sorpresas para los conciertos de Valencia y Caracas, expresó su agradecimiento al público marabino por su apoyo, calidez y buena vibra, y comentó que, de haber podido pedir un deseo, “éste hubiera sido, terminar la gira en Venezuela (…) y sé que cuando esto termine, ‘Nuestro amor será leyenda’”, palabras que marcaron las primeras notas de esta canción, con la cual el público se sintió identificado.
¿Qué sorpresas nos deparará el desenlace de este romance paradisíaco que une a Alejandro Sanz con Venezuela y que continuará en Valencia el 18 de noviembre? Y, ¿qué maravillas dejará el español para el tan esperado capítulo final en Caracas el próximo sábado 20 de noviembre?
Lo que sabemos es que Alejandro ha sabido ganarse el corazón de los venezolanos y que con su amor, su talento infinito y su energía positiva ha logrado mantener y reavivar esa conexión que lo ha unido siempre a sus fanáticos, quienes aplaudieron delirantes al español, que al ritmo de esas palmas y llevando orgullosamente una gorra de Venezuela, bailó flamenco para despedirse del enardecido público.
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