sábado, 4 de septiembre de 2010

Alejandro Sanz instala su paraíso en Alcalá


La localidad se prepara para acoger un concierto que triplicará durante unas horas su población
El artista agotó hace días las 8.500 entradas puestas a la venta
El paraíso que sueña Alejandro Sanz se encuentra en Alcalá de los Gazules. El artista madrileño, gaditano de corazón, llegará hoy a la localidad jandeña para cumplir un deseo que lleva seis años tratando de materializar: celebrar un concierto en el pueblo natal de su madre. Aquí lo esperan tanto sus familiares por parte materna como paterna, estos últimos de Algeciras, y más de 8.000 admiradores que disfrutarán esta noche del espectáculo que se pondrá en marcha en una nueva parada de su 'Paraíso Express'.
La barriada de El Prado se encuentra patas arriba desde hace unos días para acoger un evento de grandes dimensiones, algo poco habitual en municipios poco más de 5.000 habitantes. El concierto provocará que se triplique el número de habitantes del pueblo, algo inusual para una localidad que no está acostumbrada a tal aglomeración.
Desde hace días ya se ha colgado el cartel de no hay entradas y los últimos rezagados tendrán que conformarse con poder ver algo del espectáculo desde el Cerro de La Coracha, donde sobre todo se podrán ver las dos pantallas gigantes que se van a instalar junto al escenario.
A última hora de ayer éste ya estaba preparado, los generadores de luz y las zonas de barra, tanto interiores como exteriores, pero hasta hoy no se instalará toda la parafernalia que un concierto de este tipo requiere. Seis tráilers llegarán a primera hora para que se vayan dando las últimas pinceladas al paraíso que Sanz creará en el campo de fútbol municipal, donde el césped artificial se cubrirá con una protección ignífuga.
Esta parada en la gira del cantante recuerda a la que ya hizo con 'El Tren de los Momentos' en Villaluenga del Rosario en 2007. Aquella resultó todo un éxito de organización y la pequeña localidad, de sólo 500 habitantes, y todo el dispositivo que se preparó estuvieron a la altura para evitar el colapso que se preveía.
Con el mismo fin se ha preparado un dispositivo de seguridad de más de 200 personas que esta noche velarán porque todo marche perfectamente en Alcalá, en concreto unos 100 guardias civiles controlarán el tráfico y velarán por la seguridad de los asistentes. Los mismos pertenecen a los cuarteles de Alcalá y Vejer, así como a los destacamentos de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Seprona. Además, las parcelas colindantes al campo de fútbol se han preparado para acoger a unos 4.000 vehículos.
Varias horas antes del inicio del concierto, que tendrá lugar a las 22.30 horas, agentes de paisanos, miembros de la Policía Local y una veintena de vigilantes contratados por la empresa organizadora prestarán servicio para que los delincuentes habituales que suelen acudir a este tipo de citas no puedan actuar con impunidad. El dispositivo se completará con personal sanitario y un retén de bomberos que, sobre todo, vigilará de cerca los equipos eléctricos.
Diez mil litros de agua
Uno de los responsables de la organizadora que ha contratado el Ayuntamiento, Producciones Guadalquivir, Vicente Casillas, aseguró que unas 80 personas «trabajarán para que todo se encuentre listo unas dos horas antes del concierto, momento en el que se podrán abrir las puertas del recinto». Además, destacó que el servicio de bar ha preparado unos diez mil litros de agua, además de una cifra superior de refrescos, para que los asistentes puedan combatir las altas temperaturas que se esperan para hoy, hasta 33 grados a la sombra según la Agencia Estatal de Meteorología.
El hecho de que las entradas se agotaran hace más de una semana ha provocado que se dispare la reventa. Hoy se espera desde el Ayuntamiento que lleguen a la localidad personas sin entradas y que en los alrededores del campo se lleguen a pedir unos 60 euros por unas entradas que costaron en su día sólo 30. No obstante, ayer por internet se encontraban incluso algunos anuncios para comprar tickets hasta por 150 euros.
Una visita al pueblo
La relación del cantante con este municipio es muy conocida, su madre nació en Alcalá de los Gazules y de pequeño pasó largas temporadas en la localidad durante las vacaciones estivales. Los vecinos recordaban ayer que «él paraba sobre el bar Pizarro, que es de su tío, donde vivía su abuela».
Su cariño por este pueblo gaditano se refleja incluso en el nombre que eligió para su productora musical 'Gazul Producciones'. Esta vinculación provocó que en el año 1999 fuera nombrado Hijo Adoptivo de la localidad jandeña.
La revolución que este concierto ha provocado en el municipio no sólo se ha dejado notar por el hecho de que se hayan agotado las entradas, sino que también ha conseguido llenar los alojamientos hoteleros y las casas rurales no sólo de Alcalá de los Gazules sino de todos los municipios de los alrededores.
Asimismo, los comercios y bares del pueblo también se han preparado a conciencia para vivir esta jornada. La Venta El Campano, antigua Venta El Cerillo, por ejemplo, era uno de los lugares con mayor ajetreo ayer.
María del Rosario Almagro, propietaria de la misma, reconocía que «hemos preparado muchísima bebida y esperamos que este día sea realmente importante para nosotros».
Este establecimiento en concreto se encuentra a menos de diez metros de la entrada al campo de fútbol y sus propietarios han preparado una barra exterior para dar servicio a todos los asistentes al macroconcierto.
Cien horas de espera
Medio centenar de fans de Alejandro Sanz instalaron el pasado martes un campamento junto a la zona del concierto, en un parque infantil, donde esperan que llegue el momento de que se abran las puertas que acceder al recinto. El objetivo: colocarse en primera dila para ver a su ídolo.
Llegadas desde todos los puntos del país, entre ellas se da una convivencia sana, aunque se generen ciertos conflictos por el turno de la cola, ya que han convivido en muchos conciertos y forman grupos de amigas en torno a la admiración que tienen por el cantante. Paula, de San Fernando, destacaba ayer que «esto es como si nos fuéramos de acampada durante cuatro días, con el premio de ver a nuestro niño de cerca en su pueblo». Ella misma destacaba el detalle del Ayuntamiento que «nos ha permitido acampar en el parque, cuando en otras ciudades nos toca hacerlo incluso sobre el asfalto».
Hoy desmontarán el campamento poco antes de ponerse en la cola horas previas al recital y «ahí empezará nuestra lucha», sostiene la joven Pilar, de Linares (Jaén), ya que «nada más abrir las puertas hay que correr para que los cuatro días que llevamos aquí no resulten en vano».

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